ENTENDER EL AUTISMO
El mundo que nos rodea está lleno de colores, formas y sonidos. Para algunas personas, estos estímulos sensoriales pueden ser abrumadores, angustiosos e incluso bloqueantes, sobre todo para quienes padecen enfermedades neurodiversas como el autismo.
El autismo, o trastorno del espectro autista (TEA), es una afección con distintos niveles de necesidades de apoyo entre las personas autistas. El gráfico siguiente representa una serie de áreas que pueden verse afectadas por el TEA. El grado de afectación de una persona es individualizado en todas estas áreas diferentes. Se trata de una mezcla única de capacidades y necesidades para cada persona. Hay casi tantos tipos de autismo como personas autistas. Según los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, EE.UU.), alrededor del 1% de la población mundial padece trastorno del espectro autista: más de 75.000.000 de personas.
El autismo no es lineal
El espectro autista no es lineal y suele denominarse "perfil espigado". Esto significa que una persona autista puede destacar en un área concreta, como la física nuclear, pero tener dificultades con tareas básicas como lavarse los dientes o hacer la colada. Algunas personas con autismo requieren un alto nivel de apoyo, incluidos cuidados y asistencia a tiempo completo. Para ellos es importante que los espacios en los que viven, juegan y aprenden se adapten a sus necesidades.
La influencia del pavimento
La influencia del pavimento en las personas con autismo es considerable. Está directamente relacionado con todos los sentidos, como el oído, la vista, el olfato, el gusto, el tacto y el sentido del movimiento, la fuerza y la posición del cuerpo. Encontrar el equilibrio adecuado de color y diseño, LRV, iluminación y acústica desempeña un papel crucial en este sentido